Hoy martes 12 de octubre, faltan exactamente 16 días para que empiece el mundial de vóley femenino Japón 2010. No falta  mucho para que este magno evento del deporte nos mantenga a todos los seguidores del vóley con una luz encendida en la madrugada, viendo a nuestra selección, y en algunos puntos recordando las gloriosas épocas de Seúl 88. Es verdad que la medalla olímpica conseguida en dicha olimpiada fue posiblemente el más grande logro y que más alegrías nos ha dado. Es bueno recordar, pues recordar es volver a vivir, pero no nos engañemos, si realmente recordar fuera volver a vivir, todos los peruanos vivirían en los años 70 y 80. Seúl fue una olimpiada gloriosa, pero ya es tiempo de dejar un poco de lado esa gran hazaña, y ahora abrazar y aferrarnos a lo que tenemos. Posiblemente pasen muchos años para volver a tener un equipo como el de Man Bo Park, pero yo estoy segura de que los peruanos volveremos a tener esos años gloriosos que sólo el vóley peruano a podido darnos. Las dirigidas por Mr. Kim, viajan este jueves en la noche hacia su larga travesía hacia Japón, pensar en campeonar no es ambicioso, es soberbio. Pero querer quedar entre las ocho primeras como plantea la selección, es un poco más realista. Esta selección debe buscar llegar poco a poco al lugar que alguna vez tuvimos y que jamás debimos dejarnos quitar. El mundial de Japón es una gran oportunidad para vivir de nuevo la fiesta del vóley que tanto nos gusta a los peruanos. Y más halla de en que puesto queden estás chicas, estoy segura que no habrá nada que reprocharles, pues hasta su última gota de sudor se quedará en la cancha de Japón por defender la camiseta.